dissabte, 28 de setembre del 2013

Tú. Fin.

Y ya has dejado de ser el yo-yó que se desenrollaba y volvía a enrollarse, siempre con mucha facilidad y destreza, en mi cuerda de la vida. Por fin he podido librarme de mis cadenas, he hecho las maletas y me he ido sin nota alguna de despedida.

Después de casi cuatro años de idas y venidas, todas tuyas, claro, he decidido borrarte de mi vida porque me merezco a alguien mejor que tú y que no valgo tan poco como para acabar con alguien como tú. Hace mucho que dejé de llorarte con tus desplantes, tus mentiras... En fin, cada vez que salías con todas menos conmigo. ¿Y sabes qué? Me alegro muchísimo de no haber estado contigo porque no he sido ningún número ni lo seré nunca y eso me encanta.

Éste nuevo paso en mi vida no es en falso, no pienso retroceder bajo ningún concepto por mucho que lo intentes (aunque, conociéndote, no vas a enterarte de nada hasta pasada una semana y eso, es ponerme muy optimista). Creo que eso ha sido la gota que a colmado la jarra, porque el vaso se te quedó pequeño hace mucho tiempo. Y eso, el tiempo, precisamente él es quién me ha ayudado a dar tal paso. Ha pasado una semana desde nuestra última conversación con videollamada (mediante Skype) maravillosa que tuvimos, y la última, y es ahí donde me di cuenta de que no podia seguir así, que estaba harta de éste ir y venir tuyo.

Quiero empezar una nueva etapa de mi vida, quiero rehabilitarme de ti de tal manera que no me importe nada ni nadie excepto yo, quiero hacer lo que quiera y, sobretodo, quiero sentirme querida por alguien que sí sea para mí porque él quiera estar realmente conmigo.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada