diumenge, 26 de maig del 2013

Siempre tú.

Estaba perfectamente bien durante esas dos semanas en las cuáles no hablamos aunque miraba tu última conexión en el WhatsApp y deseaba con todas mis fuerzas que lo hicieras. Pero, justo cuando ya no lo hacía y había desistido y empecé a resignarme con tu silencio, te acuerdas de que existo y vuelves a desmontar mi tranquilidad. Ya no pensaba todo el día en ti ni los recuerdos volvían a mí por cualquier objeto que viera o canción que escuchaba. ¿Te das cuenta del alboroto que provocas en mi vida? En cuánto obtengo un poco de tranquilidad en mi vida: llegas, la desmontas y te vas por donde has ido y yo mientras tengo que ordenar todo el desastre que has organizado en un momento. ¿Pero por qué me haces esto? ¿Por qué no puedes quedarte, alborotar día tras día mi vida y ordenarlo conmigo? Me gustaría saber que soy más que un entretenimiento pasajero, aunque no me lo hayas dicho nunca, es la impresión que me causas. ¿Sabes qué pasa? Que creo que sé cuál es el problema de todo esto: que tú no te acuerdas de que yo tengo sentimientos. He llegado a la conclusión de que te prefuero fuera de mi vida para siempre si así dejas de alborotármela cada cierto tiempo y puedo tener cierta estabilidad de manera más permanente, aunque me duela.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada